El pintado de fachadas no es solo una cuestión estética, sino también fundamental para proteger el edificio de las inclemencias meteorológicas y del deterioro producido por el inexorable paso del tiempo.
Pero, ¿cada cuántos años debemos pintarla? La respuesta dependerá de varios factores, como el clima de la zona, el material de la fachada, la calidad de la pintura y el estado general del edificio.
Sigue leyendo este artículo que te traemos desde Asper, empresa en A Coruña especializada en rehabilitaciones, para saber más al respecto.
¿Cuándo es el momento adecuado para pintar?
Aunque no existe una regla universal, se suele recomendar pintar una fachada cada 5-10 años. No obstante, lo mejor es prestar atención a determinadas señales que pueden indicar que es hora de una nueva mano de pintura, como:
- Desconchados y grietas. La aparición de grietas o desconchados en la pintura es un claro indicio de que la protección de la fachada se ha deteriorado y necesita ser repintada.
- Pérdida de color. Si la pintura se ha descolorido o presenta un aspecto opaco, es hora de renovarla para recuperar el aspecto original del edificio.
- Humedad y moho. La presencia de humedad o moho en la fachada es claro indicativo de problemas más profundos, como filtraciones. Pintar la fachada puede ayudar a prevenir que estos problemas empeoren.
- Oxidación. En el caso de fachadas metálicas, la oxidación es un proceso natural que debe tratarse a tiempo para evitar daños mayores.
Factores que influyen en la frecuencia de pintado
- Clima. Las zonas con climas extremos, ya sean muy fríos, muy cálidos o con alta pluviosidad, requieren un mantenimiento más frecuente de la pintura.
- Material de la fachada. La madera, el estuco, el ladrillo o el hormigón tienen diferentes porosidades y resistencias, lo que afecta a la durabilidad de la pintura.
- Calidad de la pintura. Una pintura de alta calidad, diseñada específicamente para exteriores, durará más tiempo que una pintura de peores prestaciones.
- Orientación de la fachada. Las fachadas orientadas al sur suelen recibir más sol y, por lo tanto, la pintura se deteriorará más rápido.
Beneficios de pintar la fachada regularmente
- Protección. La pintura actúa como una barrera protectora contra la humedad, los rayos UV, el viento y otros agentes externos que pueden dañar el edificio.
- Aislamiento térmico. Existen pinturas térmicas aislantes. Un par de manos con este tipo de pinturas hará que las temperaturas del interior de los edificios sean más confortables, con el ahorro que ello supone en calefacción y refrigeración.
- Estética. La fachada es la cara más visible de un edificio, su carta de presentación. Por ello, una fachada recientemente pintada es muy importante desde el punto de vista estético y aumenta el valor de las viviendas en el mercado inmobiliario.
Pintado de fachadas en A Coruña
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